Skoda 1100 Sport 1949

Skoda 1100 Sport

El Skoda 1100 Sport fue el último vehículo checo que participó en las 24 horas de Le Mans. Hacía poco que había finalizado la segunda guerra mundial y el automovilismo de competición no era una prioridad para los países del bloque del este. Aún así desde Skoda decidieron construir un coche en el año 1949 para participar en las 24 horas de Le Mans de 1950 y demostrar al mundo de lo que eran capaces.

Basado en el Skoda 1101 «Tudor»

Para el diseño del coche decidieron recurrir al primer modelo de Skoda de la posguerra. El Skoda 1101/1102, también conocido como «Tudor», y que había sido presentado en el año 1946. El bastidor tubular central y el chasis se mantuvieron sin cambios, pero los ingenieros adaptaron los frenos y la transmisión a los requisitos de las carreras de resistencia. En lugar de una carrocería estándar de acero, se construyó una más ligera abierta de tipo biplaza y realizada en aluminio. Esto logró reducir el peso a solo 590 kg.

El motor de cuatro cilindros, 1.089 cc y 32 cv de potencia también recibió algunas mejoras. Una mayor relación de compresión de 8,6:1, un carburador Solex 40 y el uso de combustible de competición compuesto por gasolina, etanol y acetona, permitieron elevar la potencia hasta los 50 cv. El poco peso del conjunto permitía al Skoda Sport alcanzar velocidades de hasta 140 km/h.

Skoda 1100 Sport

Skoda en Le Mans

El pequeño y ligero Skoda lograba unos consumos en carrera de 12 litros, una cifra muy baja para la época, y que permitía a Vaclav Bobek y Jaroslav Netušil realizar tandas de hasta cuatro horas con un solo depósito. Después de ascender al segundo puesto de la categoría hasta 1.1 litros durante la noche, cuando ya estaba amaneciendo, la rotura del pasador del bulón de un pistón provocó importantes daños en el motor. La imposibilidad de reparar el motor obligó al equipo a abandonar.

Aunque para el año 1951 Skoda tenía planeado regresar a Le Mans con un equipo formado por dos coches, esta idea nunca se llegó a materializar y la carrera de 1950 sigue siendo la última en la carrera francesa de la marca checa. Como dato curioso en el año 1951 Porsche debutó en Le Mans en la categoría hasta 1100 cc con el 356, un coche que no lograría superar los tiempos por vuelta marcados el año anterior por el Skoda Sport.

Skoda 1100 Sport

Vida después de Le Mans

A pesar de la frustrada vuelta por razones políticas del Skoda Sport al circuito de Le Mans, este coche siguió compitiendo durante doce años. En su vida deportiva participó en más de 80 carreras con bastante éxito. En este tiempo fueron constantes las mejoras introducidas en las dos unidades que se construyeron del modelo. Primero se construyó otra carrocería y luego se dotó a los dos Skoda 1100 Sport de motores cada vez más potentes. La culminación de la búsqueda de prestaciones fue una versión con carburador de 120 CV y un sorprendente motor de doble compresor de 190 CV. En 1953, tras algunas modificaciones aerodinámicas, el coche de Le Mans logró un récord de velocidad checo de 160,1 km/h en la categoría de hasta 1.100 centímetros cúbicos.

Skoda 1100 Sport

El Skoda 1100 Sport en la actualidad

Hoy en día, este vehículo histórico es propiedad privada de una familia muy especial: El abuelo del actual propietario, Michal Velebný, era nada menos que Josef Velebný, uno de los padres del Skoda Sport. Varias generaciones de la familia han trabajado en Skoda en el desarrollo y la construcción de carrocerías, y hoy Michal Velebný coordina la restauración y el mantenimiento de los vehículos en el Museo Skoda. Para él, el Škoda Sport representa nada menos que la realización de un sueño infantil, ya que su abuelo fue el responsable de la forma de la carrocería y dejó a Michal Velebný los planos de diseño firmados a mano. «El coche se consideró perdido durante mucho tiempo», informa. «Sólo lo encontré tras un largo trabajo de investigacion, hablando con antiguos pilotos, mecánicos y organizadores. Después pasaron varios años antes de que el coche volviera a ser plenamente operativo».

Lo sorprendente del estado actual es sobre todo el alto grado de fidelidad al original. Obviamente, los pilotos siempre fueron cuidadosos con el Škoda Sport, ya que la carrocería se mantuvo prácticamente intacta a pesar de la larguísima carrera de competición. Así lo demuestran, por ejemplo, los orificios en la carrocería para la iluminación del número de salida que se exigía en Le Mans en aquella época.

Nosotros tuvimos la suerte de contemplar este coche en el salón Rétromobile de París en el año 2020. Allí fue presentado en el Stand oficial de Skoda después de finalizar los trabajos de restauración.

Fotografías: Jose González.

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