
Una vez superada la pandemia Swiss Classic World regresó a sus fechas habituales a finales del mes de mayo. Entre el 27 y el 29 de dicho mes casi 14.000 visitantes se acercaron hasta Lucerna para asistir a la mayor feria de vehículos clásicos que se celebra en Suiza. Aunque la afluencia de público está siendo muy similar a los años anteriores a la pandemia, el número de expositores ha bajado sensiblemente respecto a aquellos años. Aún así en Swiss Classic World encontramos de nuevo la calidad y el ambiente habituales de Suiza. Una cita obligada en el calendario y que nunca defrauda.

Sin duda alguna la mayor atracción era la presencia del Porsche 917K ganador de las 24 horas de Le Mans en 1971 con Gijs van Lennep y Helmut Marko a sus mandos. Este coche compartía espacio con el Porsche 919 hybrid del año 2015. Esta unidad con el dorsal Nº17 logró el segundo lugar aquel año en la carrera francesa con el trio formado por Timo Bernhard, Brendon Hartley y Mark Webber.

El club Jaguar de Suiza nos mostraba en esta ocasión una unidad muy especial. El S.S 90 con el chasis Nº 248478, este coche es el primer S.S 90 que fue vendido a un cliente particular. Su primer propietario fue el capitán Sir John Black, presidente de la Standard Motor Company.

Del Maserati 6CM 1500 se construyeron 11 unidades. En Lucerna pudimos ver el chasis Nº1535, una unidad con un gran actividad deportiva con pilotos como Frank Mc Evoy, John du Puy o Luigi Castelbarco. Como curiosidad el motor de este coche funcionaba con metanol y este es el combustible que sigue utilizando su propietario actual y que hace muy difícil que se pueda utilizar asiduamente.
El FAM (Freunde alter Motorräder), o traducido al español Los amigos de las motocicletas antiguas, presentaba una muestra de motocicletas de fabricación inglesa. Con la excepción de Norton, el resto de marcas presentes ya han desaparecido. Aunque siempre está bien recordar la gran cantidad y calidad de la industria inglesa de las dos ruedas. Marcas como Sunbeam, Ariel, Calthorpe o las impresionantes Brough Superior son solo una pequeña muestra de ello.





En los tres pabellones el abanico de coches en venta era bastante amplio, con una gran variedad. Desde un Lagonda M45 hasta un Lamborghini Diablo. Aunque los precios no estaban al alcance de todos los bolsillos.



















Donde si que podíamos encontrar algo más al alcance de todos era en el espacio dedicado a la compra-venta entre particulares. También aquí teníamos vehículos de lo más variado, como por ejemplo un American La France de 1917, un espectacular De Tomaso Mangusta o un Voisin Biscuter entre otros muchos.






Ya en el exterior, el goteo incesante de visitantes con sus clásicos hacía que resultara difícil aburrirse. De nuevo aquí la variedad era la nota predominante, pudiendo llegar a ver desde un Bugatti tipo 35 hasta un Porsche Carrera GT.



















Parece que poco a poco vamos recuperando la normalidad y aunque los eventos no están teniendo el tamaño de antes de la pandemia, los espectadores si que están respondiendo y las cifras de visitantes se acercan a las de antaño. El próximo año esperamos que la plena normalidad nos traiga de nuevo los pabellones del Swiss Classic World de Lucerna llenos como en tiempos pasados.




















Fotografías: Jose González.