
A diferencia de otros años, en este 2021 la subasta de febrero de Artcurial no ha coincidido con Retromobile. Esta siempre ha sido la subasta oficial del gran evento de clásicos parisino, que este año por primera vez ha sido aplazado hasta el mes de junio. No obstante Artcurial ha celebrado una venta en las mismas fechas y un catálogo con la calidad a la que nos tiene acostumbrados. Eran 42 los vehículos ofrecidos, una cifra menor que en años precedentes, pero la recaudación ascendió hasta los 18.224.244 €, con un porcentaje de ventas del 67 %.
De todos los coches que no encontraron nuevo dueño cabe destacar dos. El primero de ellos era un Porsche 550 A Spyder con el chasis Nº0118 y con un precio estimado entre 3,8 y 4,4 millones de euros. El segundo era un Bugatti tipo 55 Roadster con carrocería de Vanvooren. El chasis Nº55204 todavía conserva el motor, la caja de cambios y los ejes originales. Después de ser restaurado más del 70% de la carrocería sigue siendo la original. El precio estimado era de 4 a 6 millones de euros, una cifra nada descabellada viendo otras unidades del mismo modelo subastadas recientemente. En esta ocasión los compradores solo llegaron hasta un poco por encima de los 3 millones, algo insuficiente para cerrar una venta.





El que si encontró comprador fue la estrella de la subasta, El Matra MS 670 con el que Henri Pescarolo y Graham Hill lograron la victoria en las 24 horas de Le Mans de 1972. El chasis Nº670-01 fue el primero de los MS 670 construidos y el coche que le dio la primera victoria a la marca francesa en Le Mans. A esta victoria le seguirían otras dos en 1973 y 1974. El cambio en la reglamentación que dejó fuera a los Porsche 917 y Ford GT40 con sus motores de 5 litros de cilindrada, hizo posible esta hazaña de una marca que hasta ese momento no había destacado especialmente en competición. El Matra MS 670 estaba equipado con un motor V12 de 3 litros y 416 cv a 9.800 rpm. Los 6.907.200 € en los que fue vendido le convierten en el coche más caro de este 2021.

Otra gran atracción de esta subasta eran los siete grupo B pertenecientes al “Manoir de l’Automobile de Lohéac”, que había decidido desprenderse de parte de su colección. Esta colleción había sido reunida por el fundador de la “Manoir de l’Automobile de Lohéac”, Michel Hommell y por Olivier Quesnel, ex director de los departamentos de competición de Peugeot y Citroën. El más caro de estos fue un Audi Sport Quattro S1 de 1988 con el chasis Nº 85 ZGA 905 016. Esta unidad había participado en la carrera de campeones de 1988 y posteriormente fue adquirido por Olivier Quesnel directamente a Audi AG. Desde el año 1989 había permanecido en el museo. Finalmente fue adjudicado en 2.016.600 €, una cifra que casi doblaba las estimaciones más optimistas y un nuevo récord para el modelo. Este no fue el únido récord superado en esta subasta, algo que parece indicar que el mercado de los clásicos sigue su tendencia al alza a pesar de la crisis.

Se construyeron 19 unidades del Peugeot 205 Turbo 16 Evolution 2. El chasis Nº VF3741R76E5200009, o mejor dicho el C209, se proclamó vencedor del Tour de Corse de 1986 gracias a Bruno Saby y fue pilotado por Timo Salonen en el rallie de Suecia de ese mismo año. Este es un coche que no despierta las mismas pasiones que el Audi Sport Quattro, a pesar de que este no llegó a batirle, ya que el Peugeot logró los campeonatos del mundo de 1985 y 1986. Esta unidad se ha convertido en el Peugeot 205 más caro hasta la fecha al alcanzar los 977.440 €.

El Lancia Delta S4 con el chasis Nº227 empezó su vida en los rallies con Massimo Biasion a sus mandos y la librea del equipo Martini. Más tarde, con la prohibición de los grupo B, continuaría su vida deportiva en pruebas de rallycross en manos de Bruno Saby para finalmente acabar formando parte de esta colección. El coche había sido restaurado y pintado en sus colores originales antes de ser expuesto en el museo, con lo que a día de hoy se encuentra en un estado excepcional. Su precio final fue de 810.560 €.

La llegada de la tracción total al mundial fue dejando obsoletos los coches de solo dos ruedas motrices. Sobre todo en tierra estos no tenían nada que hacer frente a los vehículos 4×4. Esto no quita que a pesar de no ser tan eficientes, si que eran mucho más bonitos de ver en los tramos. El Renault 5 con el chasis Nº PT 8220E 00001 fue enviado a España a FASA Renault, que lo puso a disposición de Carlos Sainz para el campeonato de España de rallies de 1986, que quedó subcampeón aquel año. Los 667.520 € pagados por esta unidad significan un nuevo récord para el modelo.

Lancia ha traído al mundial de rallies algunos de los coches más bonitos y espectaculares que ha visto esta especialidad a lo largo de su historia. Con el 037 Lancia logró imponerse en el campeonato mundial de constructores del año 1983. Por esta unidad con las especificaciones EVO 2 y el chasis Nº ZLA151AR0-00000412 se pagaron 548.320 €.

El Ford RS200 llegó al mundial en el último año antes de la prohibición de los grupo B. A pesar de debutar con un tercer puesto en el rally de Suecia, en su siguiente salida en el rally de Portugal, el piloto Joaquim Santos se salió de la carretera causando la muerte a tres espectadores. Finalmente solo participaría en dos pruebas más del mundial sin resultados reseñables. El chasis Nº015 es el coche con el que Kalle Grundel consiguió aquel tercer puesto en el rally de Suecia, que a la postre significó el mejor resultado del RS200 en el mundial, y fue adjudicado en 381.440 €.

El MG Metro 6R4 con el chasis NºSAXXRWNP7A0570016 fue el coche utilizado por Didier Auriol para proclamarse campeón de Francia de rallyes en 1986. Al igual que ocurrió con el Ford, el MG llegó al mundial muy tarde y su mejor clasificación fue un tercer puesto. Por este coche la venta se cerró en 244.360 €.

Para poder competir en el grupo B era necesario fabricar un mínimo de 200 unidades de la versión de calle del coche. Gracias a esta regla los años 80 nos dejaron coches tan espectaculares como el Peugeot 205 T16, un coche que nada tenía que ver con un 205 normal, ya que disponía de solo 2 plazas y el motor iba situado por detrás de los asientos. El rendimiento del propulsor en estas versiones de calle era bastante menor que sus hermanos de competicón, aunque sus 200 cv eran una cifra más que respetable en aquellos años. En los últimos años este coche no ha parado de revalorizarse como prueban los 250.320 € pagados en esta ocasión.

Si los grupo B causaron furor en los años 80, en los 90 los denominados como “Kit car” llegaron a imponerse a los todopoderosos WRC en algunas pruebas de asfalto del mundial. Este es el 11º de los 37 chasis Clio Maxi ensamblados por MATTER y Renault Sport. Esta unidad fue empleada por el equipo oficial en el campeonato de Francia de rallyes y confiada al siempre espectacular piloto galo, Jean Ragnotti. Este coche en particular fue utlizado por sus distintos propietarios en más de 140 carreras durante 10 temporadas, con lo que posiblemente sea uno de los Clio Maxi con más kilómetros en competición a sus espaldas. El precio final fue de 187.144 €.
Finalizamos esta reseña con algunos de los resultados más destacables de esta venta.









