
La marca Locomobile fue fundada en el año 1899 en Bridgeport, Connecticut por John Brisben Walker, redactor y editor de la revista Cosmopolitan, y el financiero Amzi Lorenzo Barber. Este último fue uno de los pioneros en la industria del asfalto al que también se le conocía con el nombre de “The Asphalt King”.
En un principio se dedicaron a la construcción de automóviles de vapor fabricados bajo la patente de la marca Stanley. A partir de 1903 introdujeron los motores de gasolina en sus coches y Barber cedió su sillón de jefe a su yerno Samuel T. Davis, que contaba con solo 29 años.
Del desarrollo de los motores se encargaba Andrew Lawrence Riker. Primero fue un cuatro cilindros y posteriormente el legendario seis cilindros, que fue lanzado en el año 1911 y que se mantuvo en producción hasta el año 1929.

El seis cilindros en línea cubicaba en un principio casi 7,8 litros con una potencia de 48 cv. Este nuevo modelo denominado M tenía una distancia entre ejes de 3.600 mm y un peso que se acercaba a las 3 toneladas, por supuesto estaba construido con los mejores materiales: un cárter completamente de bronce, aluminio, latón o el mejor acero del mundo para terminar siendo “El mejor automóvil fabricado en América”. La longitud total del coche estaba en torno a los 5 metros, pudiendo alcanzar una velocidad punta de casi 110 km/h, eso si con un consumo de combustible que en carretera normal estaba en torno a los 35 litros, pero que en su uso en circuito, como la unidad que tenemos en las imágenes, podía llegar a consumir hasta 60 litros. Lógicamente en aquellos primeros automóviles el consumo no era algo relevante.
Cada vez que una marca incorporaba cambios en un modelo de su gama denominaba estos por series. Del modelo M de la primera serie, salido en 1911 solo se construyeron 3 unidades. En 1912 con algunos cambios salió la segunda serie, de la que ya se fabricaron 504 unidades hasta mediados de 1913. La tercera serie aumentó la cilindrada hasta los 8,6 litros y la potencia se situó en los 82 cv, aunque a pesar de ello se mantuvo el nombre del Modelo M 48. Los carburadores Stromberg OE 1 estaban fabricados en bronce. La caja de cambios también era de bronce y tenía cuatro relaciones sin sincronizar y el embrague era un multidisco en seco.

Los Locomobile eran modelos de gran lujo y como mandaban los cánones de la época las carrocerías las hacían a gusto del cliente los mejores carroceros del momento. Los interiores estaban decorados con las mejores telas, terciopelos, tapices ingleses o lámparas de Tiffany. Algo de lo que da muestra del nivel de estos automóviles es que mientras por un Ford había que desembolsar entre 400 y 600 dólares, por un Locomobile la factura ascendía hasta los 10.000 dólares, toda una fortuna en aquellos tiempos y solo al alcance de los bolsillos más pudientes.
A partir de 1914 Davis creó un departamento de carrocerías personalizadas, para este departamento se trajo de Paris a un conocido diseñador llamado J. Frank de Causse, que en aquellos momentos trabajaba para el carrocero Kellner. Para los interiores Davis contrató a la actriz y diseñadora Elsie de Wolfe. Juntos, de Causse y De Wolfe crearon algunos de los automóviles más bellos de la marca.

El 31 de agosto de 1915 Davis sufrió un derrame cerebral, muriendo a la mañana siguiente con solo 42 años. Davis había llevado a Locomobile a lo más alto y la difícil tarea de reemplazarlo la asumió R. K. Albright, como nuevo gerente de la empresa. Finalizada la primera guerra mundial Albright tomó una serie de malas decisiones que pusieron a esta próspera empresa en serios problemas económicos. Albright en vez de declarar la bancarrota decidió vender Locomobile.
La marca fue adquirida en 1920 por Mercer Automobile, que a su vez acababa de ser adquirida por un sindicato de Wall Street. En 1921 logró de nuevo independizarse y una nueva junta directiva tomó el control. Ese mismo año Riker y de Causse abandonaron la compañía y aunque la producción continuó, en 1922 de nuevo la quiebra fue inevitable. William Crapo Durant fue expulsado de la dirección del grupo que él mismo había creado, General Motors, y fundó una nueva compañía junto a un grupo de inversores llamada Durant Motors.
Este nuevo imperio englobaba a las marcas Star, Flint, Durant, Mason y la quebrada Locomobile, que estaba llamada a ser la marca de lujo del grupo. El proyecto de Durant no sobrevivió a la crisis de 1929 y este fue también el final de Locomobile.

Fotografías: Jose González.