1958 Maserati tipo 420/M/58

Este coche fue encargado a la marca del tridente por Gino Zanetti, dueño de la compañía italiana de helados “Eldorado”, para competir en el trofeo de los dos mundos. Esta carrera, que se celebró en el óvalo del circuito de Monza los años 1957 y 1958, estaba inspirada en las 500 millas de Indianápolis y pretendía alinear a los mejores pilotos tanto americanos como europeos en una misma carrera en el continente europeo.

Las dos ediciones de las 500 millas de Monza fueron ganadas por equipos y pilotos americanos, en 1957  Jimmy Bryan y en 1958 Jim Rathman. Las reglas de la carrera estaban basadas en el USAC americano, con los motores atmosféricos limitados a 4.200 cc y los sobrealimentados a 2.800 cc. A diferencia de Indianápolis, donde se corrían las 500 millas de forma continua, en Monza se programaron tres mangas de 62 vueltas cada una. El ganador resultaría el poseedor de la mejor velocidad media de las tres mangas. 

En el año 1957 Maserati ganó el campeonato del mundo de fórmula uno con Juan Manuel Fangio y decidió retirarse de las carreras como equipo oficial, no obstante, siguió construyendo coches de carreras para equipos privados. Esto era lo que Zanetti andaba buscando y por ello se dirigió a Módena. 

El Maserati “Eldorado” fue creado en pocos meses por el ingeniero Giulio Alfieri. El motor era un V8 atmosférico a 90º derivado del empleado en el 450 S, se redujo la cilindrada hasta los 4.190 cc y la potencia se situó en los 410 cv a 8.000 rpm. De la alimentación se encargaban cuatro carburadores Weber del tipo 46 IDM. Este motor montaba dos árboles de levas en cabeza por bancada de cilindros y dos válvulas por cilindro. El motor y la transmisión se desplazaron nueve centímetros a la izquierda con el objetivo de garantizar un mejor reparto de pesos en el óvalo de Monza, teniendo en cuenta que se corría en sentido contrario a las agujas del reloj.

La caja de cambios tenía dos velocidades, la primera solo se utilizaba para arrancar y el resto del tiempo se rodaba en la segunda velocidad, alcanzando una velocidad punta de unos increíbles 350 km/h. La suspensión delantera de doble triángulo superpuesto contaba con unos muelles helicoidales y amortiguadores hidráulicos. En la parte trasera llevaba un eje De Dion con ballesta transversal y doble amortiguador hidráulico. Las llantas Halibrand estaban fabricadas en magnesio y los neumáticos Firestone de 18 pulgadas estaban inflados con Helio. 

El chasis tubular derivaba del utilizado en el 250 F y fue reforzado para aguantar las enormes tensiones que se generaban en un óvalo como el de Monza. La carrocería de aluminio fue realizada a mano por el carrocero Medardo Fantuzzi. Las medidas muestran un coche relativamente largo con sus 4,80 metros de longuitud, por tan solo 1,20 metros de ancho y una altura de 1,10 metros. Los frenos eran de tambor en las cuatro ruedas con accionamiento hidráulico y el peso total del conjunto era de 758 kg. 

El piloto elegido por Gino Zanetti para la ocasión fue el inglés Stirling Moss, una leyenda del automovilismo que ya había pilotado anteriormente para Maserati. En la primera manga Moss logró un cuarto puesto, en la segunda cruzó la meta en quinto lugar y en la tercera y definitiva manga el Maserati de Moss rompió la dirección en la vuelta nº 40 cuando rodaba a 260 km/h estrellándose contra las protecciones. Sin dicho accidente posiblemente hubiese acabado tercero en la general, aunque a pesar del abandono lograría el séptimo puesto.

Pero este automóvil no pasaría a la historia por sus éxitos deportivos, sino por ser el primer coche de competición europeo en portar pubicidad de una empresa no relacionada con el mundo del automovilismo. Con él empezaría una nueva época en el deporte del motor gracias a la financiación por patrocinio de empresas de todo tipo. Así es que el Maserati “Eldorado” causó sensación en aquella carrera, cuando en vez de presentarse con el color rojo típico que distinguía a los coches procedentes de Italia, el coche fue pintado en blanco con el logotipo de los helados “Eldorado” y su vaquero sonriente en el frontal.

Las 500 millas de Monza no tuvieron continuidad en años sucesivos. El Maserati “Eldorado” fue modificado por carrocería Gentilini y enviado a los Estados Unidos para participar en las 500 millas de Indianápolis de 1959. Esta vez sí que fue pintado de rojo, aunque conservó los logotipos de su patrocinador “Eldorado”. El piloto en aquella ocasión fue Ralph Liguori, un piloto amateur que no consiguió clasificarse para la carrera. Logró el 36º mejor tiempo en los entrenamientos y solamente se clasificaban para la carrera los 33 mejores. Según los cronistas de la época, el mal resultado en esta carrera no se debía a la falta de rendimiento del coche, sino que el piloto no estaba a la altura de su montura, aparte de que tampoco había corrido nunca en el circuito de Indianápolis. Posiblemente en manos de un piloto experto el Maserati 420M/58 habría logrado un puesto bastante mejor, siendo esta su última participación reseñable en una carrera importante.

Hoy en día este automóvil con el chasis Nº4203 pertenece a la colección de Umberto Panini en Módena, Italia. El coche ha sido restaurado completamente a la configuración con la que Stirling Moss corrió en Monza en el año 1958. El museo Panini cuenta con una de las mejores colecciones de Maserati del mundo y es posible visitarlo con cita previa entre los meses de marzo y octubre. 

Fotografías: Jose González.

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