
La Société des Automobiles Sigma fue una marca de vida efímera. Esta empresa estaba situada en Levallois-Perret, al noroeste de París y empezó con la producción de automóviles en el año 1913. Sus primeros modelos llevaban un chasis de Malicet & Blin y estaban propulsados por un motor de cuatro cilindros de origen Ballot. Sigma cesó la producción de automóviles en el año 1928, con lo que si restamos el parón de la producción durante la primera guerra mundial nos deja poco más de 10 años de actividad. Esto unido a una producción de apenas 200 coches por año hace que hoy en día sean muy pocas las unidades que se conservan de esta marca.

En el salón Retromobile de París en el año 2019, en el Stand de “Grand Prix Motul – Heritage Foundation”, pudimos ver uno de estos escasos automóviles. Una unidad muy especial ya que perteneció al legendario piloto francés de aviones Georges Guynemer, hijo de un oficial del ejercito francés, nacido en el año 1894 en Compiègne. Debido a su frágil constitución durante su infancia le prohibieron la realización de deportes violentos, por lo que fue rechazado por el ejército francés al inicio de la primera guerra mundial. Gracias a su tozudez, y a la influencia de su padre, finalmente fue admitido como ayudante de mecánica en el campo de aviación de Pau.
Su leyenda como héroe de guerra se forjó a los mandos de los cazas de combate, que le hicieron merecedor de recibir de la legión de honor. Oficialmente se le atribuyen 54 victorias, y a pesar de que fue derribado 7 veces, siempre volvía a su avión para seguir luchando contra el enemigo. Finalmente el 11 de septiembre de 1917 fue declarado como perdido, aunque poco después un periódico alemán anunciaba que había sido derribado por el piloto de la Jasta 3, Kurt Wisseman.

En 1916, cuando las fábricas de Francia estaban empleadas en el esfuerzo de guerra, sus éxitos militares le permitieron obtener un permiso especial del Ministerio de Guerra para construir su torpedo. El Sigma Torpedo de Georges Guynemer es un pequeño deportivo biplaza con los asientos escalonados y solo una puerta lateral en el lado del pasajero. Está equipado con un motor de la marca Ballot de cuatro cilindros con el Nº13.133.
La carrocería está firmada por “Universal Patented Body, P. Valéry, Rue Chaveau, 7, Neuilly-sur-Seine” y fue construida por un fabricante de aviones para el que Guynemer trabajó como consultor. Incluso conserva su número de matrícula original, 3423Y3.

El coche presentaba un aspecto de conservación bastante aceptable, con la huellas típicas del paso del tiempo. Algo que se nota sobre manera en la piel de los asientos o en unos neumáticos con los que ya no se podría rodar. No obstante estaba previsto realizar una restauración entre los años 2019 y 2020 en la que se trataría de conservar-restaurar los diferentes elementos del coche como son: estructura, carrocería, transmisión, guarnecido de cuero, linóleo y caucho, elementos metálicos, pintura y neumáticos.
El vehículo estará en exhibición ante el público en general en el Museo Nacional del Automóvil de Compiégne. Este museo situado al norte de París cuenta con una colección de primer nivel, que incluye un centenar de vehículos tirados por caballos desde el siglo XVII hasta principios del siglo XX, una treintena de automóviles, que dan testimonio del nacimiento del medio de transporte, una sección dedicada a la historia del ciclo o partes que ilustran los campos del transporte ferroviario, tracción humana y porteo, entre otras muchas atracciones.

Fotografías: Jose González.