1921 Bugatti tipo 28

Desde que creó su propia marca, Ettore Bugatti siempre soñó con fabricar coches grandes y lujosos y así poder competir con las grandes marcas de aquellos años. Ya en los años 1913 y 1914 Ettore empezó a darle vueltas al proyecto de un gran coche, para situarse en la gama de lujo, un coche a la altura de Rolls Royce o Hispano Suiza, pero mucho más ligero. Gracias a los éxitos tanto deportivos como comerciales de su tipo 13, Bugatti se empezó a forjar un nombre en el mundo del automóvil. Algo a lo que contribuyó sobremanera su obsesión por la calidad, los avances tecnológicos y un cuidado diseño de todos y cada uno de los componentes de sus coches.

Este proyecto tuvo que esperar, en parte por la falta de dinero, pero sobre todo por el inicio de la primera guerra mundial. En este periodo Bugatti consiguió cuantiosas ganancias gracias a la construcción de motores para aviones. En el año 1919 Ettore consiguió abrir de nuevo las puertas de su fábrica de Molsheim y retomar el proyecto de un gran automóvil con un motor que le permitiera pasar de competir en las categorías para vehículos ligeros a lograr la victoria en la clase  superior. El tipo 28 fue el primer Bugatti propulsado por el que posteriormente sería el estandarte de la marca, el motor de 8 cilindros en línea.

Este motor estaba compuesto por dos bloques de cuatro cilindros realizados en fundición, que estaban unidos en la parte superior por una culata de aluminio y en la inferior con un cárter, también construido en aluminio. El cigüeñal estaba fabricado en dos piezas y se asentaba sobre nueve apoyos. Los cilindros tenían unas dimensiones de 69 mm de diámetro por 100 mm de carrera, las mismas que los 4 cilindros de los últimos tipo 13 de 1.496 cc. Un único árbol de levas era el encargado de comandar las tres válvulas por cilindro de las que disponía este motor, dos de admisión y una de escape.

En un principio el motor fue diseñado para montar un doble encendido, sistema del que ya disponían los últimos tipo 13, 22 y 23 de 16 válvulas. Finalmente esta idea fue desechada y los orificios sobrantes taponados. El tipo 28 tenía una cilindrada de 2.995 cc y estaba alimentado por dos carburadores desarrollados por el propio Ettore, aunque estos no dieron buen resultado y Bugatti pronto optó por montar unos de marcas contrastadas como Solex o Zenith. Desarrollaba una potencia máxima de 90 cv a 3.400 rpm y era capaz de alcanzar los 130 km/h.

Fue presentado en el salón del automóvil de París en octubre de 1921, aunque solo como chasis rodante, no obstante fue carrozado ocho meses más tarde. Como se puede apreciar en las imágenes tanto el capó como las aletas y diversos componentes, están realizados en aluminio. El empleo de este material hace que el peso final se quede en solo 1.150 kg. Con una distancia entre ejes de 3150 mm, la longitud total era de 4.330 mm.

La caja de cambios de dos velocidades está integrada en una carcasa de aluminio en el eje trasero. El sistema de frenado en un principio iba a ser un moderno sistema hidráulico con tambores en las cuatro ruedas, aunque finalmente debido a problemas técnicos se optó por el clásico sistema mecánico mandado por cable, con tambores solo en el eje posterior.

En las temporadas de 1920 y 1921 los coches de gran premio tenían un límite de hasta tres litros y Bugatti desarrolló el motor del  tipo 28 con vistas a su empleo en la competición, pero a finales de 1921 las reglas cambiaron. Para la temporada de 1922 el límite máximo pasó a ser de dos litros, esto hizo que Bugatti tuviera que desarrollar un nuevo motor y el tipo 28 nunca llegó a la producción en serie.

Este prototipo único fue comprado por los hermanos Schlumpf en 1963, en aquella época la carrocería estaba pintada en color verde, algo que por supuesto distaba de ser su color original. Gracias a diversas fuentes e imágenes de los años 1922-1923 fue posible recrear en la medida de lo posible los colores originales de su primera carrocería. Después de un proceso de restauración que duró 15 meses, en 2011 el primer Bugatti 8 cilindros estaba de nuevo en perfecto orden de marcha.

Fotografías: Jose González.

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