Lola T600 Cosworth 1981

El Lola T600 fue presentado en 1981 y significó un gran avance en materia aerodinámica. En el año 1980, el veterano piloto Brian Redman ya contaba con 42 años y estaba al final de su carrera deportiva. Había sido piloto de fábrica para el equipo John Wyer durante la época de los Gulf GT40 y Porsche 917, luego para Ferrari. En 1979, después de un accidente durante unas pruebas con un coche de Can Am, Redman se retiró para vender para Carl Haas en Lake Forest, Illinois.

Después del dominio de los Porsche 935 en el campeonato IMSA americano, los organizadores temiendo que los aficionados perdieran el interés en la categoría, desarrollaron un nuevo reglamento que fue presentado a finales de 1980. La nueva categoría GTP (Grand Touring Prototype) coincide prácticamente en el tiempo con la nueva categoría del grupo C, presentada por la FIA para la temporada de 1982 del mundial de resistencia y ambos reglamentos muy similares.

Cuando Redman leyó el nuevo reglamento IMSA GTP, se lo comentó a Haas y juntos le presentaron la idea al fundador de Lola, Eric Broadley. Naturalmente este aceptó el reto y enseguida comenzó con el desarrollo del nuevo prototipo.

El nuevo reglamento permitía explorar nuevas tecnologías y Broadley quería revolucionar el mundo de las carreras. Desarrolló un chasis completamente nuevo, realizado en aluminio y en forma de panal de abeja. Para la carrocería se contrató al experto independiente en aerodinámica Max Sardou. Éste había descubierto la importancia de conducir el aire a través de conductos para lograr así fuerzas descendentes y pegar el coche al suelo. El Dr. Sardou ya había intentado entablar relaciones con el equipo Renault de fórmula uno para implementar sus soluciones aerodinámicas en los monoplazas de la marca del rombo. La dirección de Renault desestimó la propuesta al considerar demasiado arriesgado incluir dos nuevas tecnologías no probadas al mismo tiempo en sus coches, la otra eran los motores turbo.

El debut del T600 en el campeonato IMSA tuvo lugar en la quinta carrera de la temporada de 1981 en el circuito de Laguna Seca. El equipo Cooke-Woods Racing utilizó en esta carrera el chasis HU01 y con Brian Redman a los mandos consiguieron la victoria en su primera carrera. A este primer éxito le siguieron las victorias en: Lime Rock, Mid Ohio, Portland y Road Atlanta, para terminar llevándose el titulo del campeonato IMSA al final de temporada rompiendo la hegemonía de Porsche.

Lola vendió un total de 12 chasis T600, aunque no todos los equipos eligieron el mismo motor. Al chasis HU01 se le instaló un motor V8 Chevrolet de 6 litros. El equipo Interscope instaló en uno de sus coches un motor Chevrolet V6 turbo de 3,4 litros y más de 700 cv, a pesar de ser un coche rápido adoleció problemas de fiabilidad. El equipo Bayside Racing se decantó por un motor Porsche turboalimentado. El resto de los equipos montaron un V8 de 5,7 litros de origen Chevrolet.

En las imágenes tenemos otra excepción, el chasis HU03. Este es el único T600 que monta un motor Cosworth-Ford V8 de 3,3 litros, con una potencia de 520 cv a 10.000 rpm. También es el único utilizado por la propia Lola Cars Ltd. como coche de fábrica. Esta unidad disputó el campeonato de la FIA de resistencia en el año 1981. Los pilotos elegidos para el equipo oficial fueron el inglés Guy Edwards y el español Emilio de Villota que lograrían dos victorias: La primera en las 6 horas de Pergusa y la segunda en los 1.000 km de Brands Hatch.

Otro resultado reseñable fue logrado en los 1.000 km de Nürburgring, con una victoria en su clase y octavo de la general. Este coche también participó en las 24 horas de Le Mans de 1981 con los dos pilotos ya nombrados más el español Juan Fernández, que cruzaron la meta en 15º lugar.

Para las siguientes temporadas marcas como Porsche, Aston Martin, Jaguar, Mercedes-Benz, Nissan, Toyota, Mazda o Lancia desarrollaron coches del grupo C. Muchas de ellas también adaptaron esos mismos coches para el campeonato IMSA GTP, dada la similitud de ambos reglamentos. Esto hizo que el T600 no volviera a repetir los éxitos logrados en su primera temporada, a pesar de ello pasará a la historia por ser el primer coche que empleó el efecto suelo. Esta solución aerodinámica pronto fue copiada por todos sus rivales y marcó el inicio de una nueva época en el mundo de las carreras.

Fotografías: Jose González.

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