1935 Alfa Romeo SF48 Bimotore

A mediados de los años 30 los Mercedes-Benz y los Auto Unión resultaban practicamente imbatibles en circuito. Un presupuesto ilimitado por parte del régimen nazi, para demostrar el poderío tecnológico alemán, hacía que el resto de marcas tuvieran serias dificultades para poder arrebatarles alguna victoria. En uno de esos intentos nació uno de los automóviles más locos y brutales de la historia, el Alfa Romeo Bimotore.

Cuenta la leyenda que en la cena de navidad de la escudería Ferrari del año 1934, el jefe técnico Luigi Bazzi, le propuso una idea descabellada a Enzo Ferrari, juntar dos motores de ocho cilindros del Alfa Romeo P3 de gran premio en un mismo chasis. El Commendatore aceptó la propuesta y así nació el Bimotore. Sobre la calandra podemos observar que falta el emblema de Alfa Romeo y que en su lugar se encuentra el Cavallino Rampante de la escudería Ferrari, por lo que este coche es considerado por muchos uno de los primeros Ferrari.

Bazzi y el jefe de mecánicos Stefano Meazza alargaron el bastidor del P3 unos 15 centímetros, colocaron un motor en la parte frontal y otro detrás del conductor, este último girado 180 grados. Del motor trasero parte un eje, que a través del túnel de transmisión llega al embrague, luego salen dos ejes más largos de la caja de cambios de tres relaciones, uno a cada una de las ruedas traseras. La suspensión delantera es independiente y emplea el sistema Dubonnet. Monta unos enormes frenos de tambor de accionamiento hidráulico.

En el P3 el tanque de combustible iba montado justo detrás del asiento del piloto y en el Bimotore ese lugar lo ocupa el segundo motor, con lo que la solución encontrada por Bazzi fue montar dos depósitos, uno a cada lado del habitáculo. Por aquel entonces la seguridad en caso de un impacto lateral no era algo que los ingenieros tuvieran muy en cuenta. En total se fabricaron solo dos unidades, la primera montaba dos motores de 2,9 litros y dos árboles de levas en cabeza. Cada motor rendía 260 cv a 5.400 rpm, gracias a dos carburadores y a dos compresores Roots por cada uno, con lo que la potencia conjunta ascendía hasta los 520 cv.

La segunda unidad fue un paso más lejos, aumentando la cilindrada de los motores hasta los 3,2 litros y la potencia máxima en 10 cv más por motor, llegando a los 540 cv. A modo comparativo sus rivales de Mercedes-Benz y Auto Unión ofrecían 430 cv y 375 cv respectivamente.

En un test llevado a cabo en abril de 1935 en la autovía que une Milán con Brescia, Tazio Nuvolari consiguió alcanzar los 340 km/h con la unidad equipada con los motores de 2,9 litros. Con mejoras aerodinámicas y la versión de 3,2 litros, Nuvolari logró romper varios récords en la autovía entre Florencia y Viareggio. Recorrió un kilómetro a una velocidad media de 321,428 km/h, una milla con 323,125 km/h de media y lo más espectacular, la velocidad máxima alcanzada fue de 364 km/h.

Las reglas en la mayoría de los grandes premios permitían un peso máximo de 750 kg, con lo que el Alfa Romeo Bimotor, con sus casi 1.300 kg de peso, solo pudo participar en los grandes premios que permitían los vehículos inscritos bajo las especificaciones de la fórmula libre.

En el gran premio de Trípoli de 1935, Alfa Romeo puso en el Bimotore de 6,4 litros a Tazio Nuvolari y en el de 5,8 litros a Louis Chiron, para intentar batir a la casi invencible armada alemana. La gran potencia disponible y el enorme peso del coche sacaron a la luz el gran problema de este proyecto, y es que en aquella época no había neumáticos capaces de trasladar con eficacia la abundante caballería disponible al suelo. El Bimotore devoraba neumáticos a un ritmo muy superior a sus rivales. En Trípoli, una carrera con una duración de menos de tres horas, el equipo Alfa Romeo estimaba que tendrían que cambiar las ruedas nada menos que en 13 ocasiones, aunque finalmente fueron algunas menos y Nuvolari pudo acabar en cuarta posición, por delante de Chiron, que terminó quinto.

La siguiente carrera para el Bimotore tuvo lugar en el AVUS, en Berlín. Esta era la carrera más rápida del año, en un circuito que se adaptaba a las características del Bimotore. De nuevo el excesivo desgaste de los neumáticos fue el mayor problema al que se enfrentaron los pilotos de la escudería Ferrari. Nuvolari ni siquiera consiguió terminar la carrera, aunque para alegría de Alfa Romeo sus rivales sufrieron los mismos problemas con las gomas. Finalmente ganaría el piloto que mejor supo cuidar sus neumáticos, el italiano Luigi Fagioli con un Mercedes-Benz W25. El Alfa Romeo Bimotore logró en esta carrera su mejor resultado, ya que Louis Chiron cruzó la línea de meta en segundo lugar, estando a punto de arrebatarles la victoria a los equipos alemanes en su propia casa.

El Alfa Romeo Bimotore tuvo una vida muy corta en los circuitos, ya que en el año 1936 los vehículos con especificaciones de fórmula libre fueron prohibidos en los grandes premios.

La unidad de 2,9 litros se vendió al piloto inglés Austin Dobson y el otro fue destruido. Dobson utilizó su Bimotore en carreras celebradas en las islas británicas, en los circuitos de Donington o Brooklands. La unidad de las imágenes, con el chasis NºSF48, es por lo tanto el único Alfa Romeo Bimotore que ha llegado hasta nuestros días. El coche está restaurado y conserva la mayoría de sus componentes originales; chasis, eje delantero o frenos son solo algunas de las partes que ha mantenido hasta la actualidad. Los motores de 2,9 litros, se sustituyeron en algún momento por otros de 3,2 litros, también originales de Alfa Romeo P3.

Fotografías: Jose González.

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