Tauro Sport Auto

El mercado de vehículos deportivos es un nicho muy pequeño en el que para destacar es necesario fabricar coches realmente especiales con un alto componente pasional. Coches únicos y pasionales es lo que ofrecía el fabricante del que vamos a hablar hoy.

He tenido la suerte de conocer de primera mano las creaciones de Tauro Sport Auto, uno de los últimos fabricantes nacionales que realiza sus trabajos de forma artesanal. El nivel de detalle y calidad con el que se trabajaba son dignos de alabanza.

Esta empresa nació en 2010 cuando Pedro Perandones, su fundador, se hizo con los restos del fabricante inglés Breckland, conocido por el modelo Beira.

Es este Beira la creación en la que posteriormente se inspirarían los modelos salidos de los talleres de Tauro.

Gracias a las conexiones existentes por colaboraciones anteriores en el desarrollo de electrónica para sus vehículos, Breckland fue adquirida por Tauro en 2009, tras no haber conseguido la venta de ninguna unidad del Beira.

Durante mi visita a las instalaciones de Tauro pude ver en su almacén los dos Beira existentes. Su dueño nos comentaba que la calidad de fabricación, sobre todo en lo que respecta a la carrocería de esos coches dejaba mucho que desear, y nos mostró las enormes diferencias existentes en el proceso de fabricación de Breckland y Tauro.

Además de la compra de Breckland, la segunda parte del gérmen de esta empresa es la adquisición de un gran número de Pontiac Solstice a GM tras la cancelación de la producción de la plataforma Kappa.

El primer modelo fabricado por Tauro fue el V8 Spyder, una reinterpretación de altísima calidad del concepto imaginado en el Breckland Beira. En la fábrica de Tauro se ensamblaban los motores V8 heredaros del Chevrolet Corvette en el chasis Kappa. Estos motores, con 6.2 litros de cilindrada, ofrecen  440cv de potencia a 6200rpm y 586Nm a 4,400rpm.

En un principio se fabricaron dos unidades, que fueron las utilizadas para los eventos de presentación del modelo y posteriormente como mulas de las innovaciones que se introducirían en los modelos comerciales. No conocemos el número de unidades fabricadas, pero desde Tauro nos comentaron que al menos 20 unidades se vendieron alrededor del mundo, con un precio que rondaba los 100.000€.

Selex fue la encargada de fabricar las suspensiones para las dos primeras unidades producidas del V8 Spyder, pero durante nuestra visita a la fábrica pudimos ver que se estaban desarrollando unas nuevas suspensiones específicas para el coche de un tercer fabricante.

Las llantas utilizadas en los modelos de prensa variaron a lo largo del tiempo, siendo las últimas (que se pueden ver en las fotos superiores) fabricadas ex-profeso para este modelo.

Para la carrocería, Tauro fabrica todos los paneles íntegramente en sus instalaciones, y a elección del cliente podían realizarse en fibra de vidrio o fibra de carbono. Una de las unidades que pudimos ver durante nuestra visita (la unidad de color negro) estaba siendo utilizada como mula de pruebas para unos nuevos paneles de fibra de carbono, con modificaciones estéticas y estructurales. En otra de las mulas de prueba pudimos apreciar el trabajo de diseño en la carrocería Coupé.

Los interiores se realizan íntegramente en cuero sobre los paneles originales del Pontiac Solstice con unos acabados al nivel de los fabricantes más reconocidos.

Los planes de Tauro en 2015 pasaban por aumentar la gama a 5 modelos, que serían los Spyder y Coupé ya mencionados, el Tauro Saeta, Tauro Super Saeta y el Tauro Portago.

El Tauro Portago fue el elegido como coche personal por el director de Tauro, aunque desconocemos si finalmente se llevó a cabo la construcción de esta unidad.

La marca llegó a participar en eventos tan reconocidos como el Goodwood Festival of Speed.

Actualmente Tauro se encuentra en un estado latente del que desconocemos si saldrá algún día.

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