
El nuevo Imola recibe su nombre del circuito en el que fue desarrollado. Con más de 16.000 km cubiertos a velocidad de carrera en el mítico circuito italiano, el nuevo Pagani ha sido sometido a unas de las pruebas más exhaustivas de la historia de la marca.
El Imola es un coche laboratorio que estrena soluciones aerodinámicas y nuevos materiales que veremos en los futuros modelos de la marca. Lo que más destaca a primera vista, y que se sale de lo que nos tiene acostumbrados la marca, es la cantidad de aletas, deflectores y demás aditamentos aerodinámicos del Imola. En esta ocasión se ha preferido perder esa elegancia de líneas habitual y ha primado el ofrecer la mayor carga aerodinámica posible y así mejorar los tiempos en circuito. A pesar de estar homologado para circular por carretera abierta, este Pagani ha sido creado y testado para ser un coche eficaz en la pista.
El monocasco está hecho de materiales compuestos a base de carbono y titanio, y cuenta con dos subchasis, uno delantero y otro trasero, fabricados en tubos de acero. La nueva técnica de pintura, llamada Acquarello Light, se dice que ha ahorrado 5 kilogramos. Esto hace que el peso final se quede en 1.246 kilogramos, una fantástica cifra si tenemos en cuenta las dimensiones del Imola, que mide 4,85 metros de largo, 1,27 metros de altura y 2,04 metros de ancho.

El motor sigue siendo el V12 biturbo de 6.0 litros de cilindrada suministrado por AMG. La potencia en esta ocasión asciende hasta los 827 cv y el par motor llega a los 1.100 Nm. El motor va asociado a una caja de cambios secuencial de siete velocidades firmada por Xtrac, también cuenta con un diferencial electro-mecánico. Los frenos, con discos carbono-cerámicos, son obra del especialista Brembo. Los neumáticos Pirelli P Zero Trofeo R son los encargados de trasladar toda esa potencia al suelo de forma eficiente y tienen una medidas de 265/30 R20 en la parte delantera y 355/25 R21 en el eje posterior. Las gomas han sido desarrolladas en estrecha colaboración entre Pirelli y Pagani para lograr un compuesto que se adaptase a la perfección a las características del Imola.
Las suspensiones son independientes en ambos trenes, con horquillas dobles, muelles helicoidales y amortiguadores controlados electrónicamente que están interconectados. Sus datos convergen en una unidad central, que también ordena las funciones de motor, diferencial y que puede variar por ejemplo la altura del coche automáticamente para adaptarse a las condiciones imperantes en cada momento.

Las cinco unidades que se van a fabricar ya están vendidas y los clientes incluso han colaborado en proceso de desarrollo aportando ideas y rodando en Imola con el prototipo para lograr que el coche aparte de rápido fuera fácil de conducir. El precio de esta nueva creación de Horacio Pagani es de 5 millones de euros más IVA.
Fuente: Pagani.