
Cuando uno piensa en grandes carroceros automáticamente le vienen a la mente nombres de países como Francia o Italia, por otra parte de ahí vienen algunos de los más grandes de la historia. Sin ser tan populares como sus vecinos, en Suiza también hubo algunos carroceros que hicieron cosas realmente interesantes: Worblaufen, Langenthal, Tüscher, Köng, Hartmann, o Beutler son algunos de ellos.

Pero el más conocido de todos es sin duda alguna Hermann Graber, también es el que más vehículos produjo, con casi 800 desde el año 1926 hasta 1969. En mi caso es uno de mis carroceros favoritos por sus líneas redondeadas, sobrias y elegantes, sin estridencias de ningún tipo, que dan sensación de solidez y calidad y a la vez son bonitas.

Hermann Graber nació el 15 de abril de 1904 en Wichtrach, en el cantón Berna, Suiza. Hijo único de Ernst Graber, a los 16 años empezó sus estudios como carrocero para poder continuar con el negocio familiar. Su padre también era carrocero y regentaba un taller donde se reparaban carros de caballos y maquinaria agrícola. En 1923 terminó sus estudios con excelentes notas. Después de trabajar en diferentes empresas en Suiza se trasladó a París, que en aquella época era donde se concentraban los mejores carroceros del mundo.

Fue en París donde quedó fascinado por los automóviles, allí vio claro que el futuro no estaba en los carros de caballos, sino que pertenecería a los vehículos motorizados. De vuelta en Suiza se puso manos a la obra y en un nuevo taller se puso manos a la obra. El 10 de mayo de 1926 escribió la primera factura con su nombre para un Fiat 505 auto-camión.

En ese tiempo había solo 25.697 automóviles matriculados en Suiza. En muchos cantones todavía estaba prohibido circular los domingos y en el cantón de los Grisones solo se permitió a partir de 1926 el vehículo de uso privado. A pesar de estos y algunos otros inconvenientes, Graber siguió creyendo ciegamente en el futuro de este medio de locomoción.

Graber siempre mostraba sus nuevos diseños en el salón del automóvil de Ginebra, casi siempre con su propio stand, aunque también hubo constructores, como Bentley o Alvis, que exhibieron carrocerías de Graber en sus stands de Ginebra. También en los concursos de elegancia las creaciones de Graber recibían premios, como en 1929 en St. Moritz con un Panhard-Levassor o en el “Concorso d´Eleganza Villa d´Este con un Duesenberg.

Entre 1947 y 1969 Hermann Graber diseñó berlinas, coupés y descapotables sobre chasis Alvis, las creaciones de Graber eran tan queridas entre los clientes ingleses, que incluso Willowbrook o Park Ward construyeron carrocerías bajo licencia Graber. A principios de los años 50 Graber se convirtió en el representante oficial de Alvis en Suiza y más tarde también de la marca Rover.

En Pantheon Basel podemos disfrutar hasta el próximo 19 de abril de una exposición especial dedicada íntegramente a Graber, 25 automóviles y múltiples documentos y fotografías repasan su historia.

Un molde de madera del frontal de un Alvis es uno de los objetos más interesantes que podemos ver. Una magnífica reproducción realizada exprofeso para esta muestra por un antiguo trabajador de Graber. Un increíble trabajo realizado totalmente a mano, sin ninguna ayuda ni programas informáticos.


Aunque la mayoría de Alvis carrozados por Graber fueron cabriolets, también hizo algún coupé como el TC 21 de la imagen inferior, que fue utilizado por el propio Graber hasta su muerte y que posteriormente siguió siendo conducido por su mujer.

15 chasis del TC 21/100 fueron enviados por Alvis Ltd. a Graber, el cabriolet de la imagen tiene el chasis nº25513 y fue entregado a su primer propietario el 21 de junio de 1954.

El último turismo fabricado por Alvis, que después solo produciría vehículos militares, fue un TF 21 con el chasis nº27475. Fue enviado a Wichtrach, donde Hermann Graber lo vistió con una carrocería cabriolet a petición de un empresario.

Los chasis americanos eran muy queridos en Suiza antes de la segunda guerra mundial, en total Graber carrozó 75 chasis Packard antes del inicio de la contienda.

Aproximadamente 25 chasis Dodge D 11 fueron carrozados por Graber antes de la guerra. La unidad de la imagen apenas cuenta con 75.000 km recorridos desde entonces.

El Mercedes-Benz 500 K de Eric Schweizer tenía en un principio una carrocería de fábrica, en el año 1946 su propietario le encargó a Hermann Graber una nueva carrocería. La factura mostraba nada menos que 1.727,5 horas de trabajo, más otras 422,5 horas de los aprendices, por un montante total de nada manos que 12.500 Francos-Suizos. Esta unidad ha permanecido desde entonces en manos de la familia Schweizer.

13 chasis del tipo 57 fueron enviados por Bugatti desde Molsheim a Wichtrach. Graber carrozó nueve cabriolets, dos interiores y un coupé, de ellos sobreviven 12, ya que un cabrio fue destruido.

Hermann Graber falleció el 24 de agosto de 1970, pero cada año disfrutamos de su legado en los más importantes concursos de elegancia de todo el mundo. Alfa Romeo, Hotchkiss, Triumph, Delahaye, Bentley, Talbot Lago y así hasta un total de 58 marcas diferentes pasaron por los talleres de Wichtrach para recibir una de las maravillosas carrocerías diseñadas por Hermann Graber.

Desde el año 1998 el encargado de custodiar el archivo de Hermann Graber es el Swiss Car Register Foundation con sede en la Bahnhofstrasse 12 en Safenwil, cantón Argovia, a unos 50 km de Zúrich. Este archivo, que contiene una gran información sobre la historia del automóvil en Suiza, solo se puede visitar con cita previa o el primer martes de cada mes de 17:00 a 21:30.
Hotchkiss París-Niza Delahaye 135 MS Hotchkiss AM 680 Alfa Romeo 6C 2500 Bentley MK VI Bentley R-Type Continental Alvis TC 108 G Alvis TE 21 Alvis TD 21 Triumph Continental Alvis TD 21
Fotografías: Jose González.