
Este museo fue fundado en 1932 por Cesare Goria Gatti y Roberto Biscaretti di Ruffia (primer presidente del automóvil club de Turín y uno de los fundadores de Fiat). Sin embargo, fue Carlo Biscaretti di Ruffia, hijo de Roberto, quien concibió y armó la colección inicial. Carlo murió el 7 de septiembre de 1959, al año siguiente el museo abrió sus puertas al público y fue nombrado como museo nacional del automóvil.
El edificio actual, del que está considerado como el museo automovilístico más antiguo del mundo, data del año 2011 y es un diseño del arquitecto Cino Zucchi. El museo está dividido en tres plantas donde es posible recorrer la historia del automóvil desde sus inicios. La colección actual consta de más de 200 vehículos de diferentes marcas, no solo italianas, sino de todo el mundo.

En el año 2013 The Times incluyó este museo en su lista de los 50 mejores del mundo por su valor para la educación y la muestra de los avances científicos.
La primera parte nos muestra los primeros intentos del hombre para impulsar carruajes por medio de motores de vapor. Una reproducción a escala 7:10 del Cugnot de 1769, este carruaje de tres ruedas diseñado por el militar francés Nicolás Joseph Cugnot está considerado como el primer vehículo del mundo con propulsión propia. Un motor de vapor impulsaba sus 4 toneladas de peso hasta los 4 km/h. El original se encuentra en el “Conservatoire National des Arts et Métiers” de París.
Casi 100 años separan ese primer intento del carruaje ideado por Viginio Bordino en 1854. Este ingeniero italiano instaló un motor de vapor en un carro de caballos y fue capaz de desplazar las tres toneladas de peso a 8 km/h.

Tendrían que pasar 41 años más hasta que Carl Benz patentara su triciclo o lo que es lo mismo el primer automóvil propulsado por un motor de combustión interna. A partir de 1886 la evolución del automóvil fue imparable y aquí podemos ver vehículos de aquellos primeros años de muy diversas marcas. Muchas de ellas ya han desaparecido pero algunas continúan hasta nuestros días.
También en aquellos primeros años se hicieron pruebas con sistemas alternativos.Una réplica del La Jamais Contente de 1899 nos muestra que los coches eléctricos llevan mucho tiempo entre nosotros. Fue el primer automóvil en sobrepasar la barrera de los 100 km/h gracias a dos motores eléctricos de 25 kw cada uno.

En esta primera zona también encontramos coches de marcas como Fiat, Renault o De Dion Bouton. En la siguiente nos encontramos con una de las estrellas del museo, el Itala 35/45 HP de 1907, una unidad que recorrió los 16.000 kilómetros de la carrera entre París y Pekín en 1907 y que llegó en 2º lugar empleando 20 días en el trayecto.

También marcas desaparecidas como Isotta Fraschini, Legnano o Sizaire & Naudin completan esta primera parte de antes de la primera guerra mundial.
Pasando al periodo de entreguerras encontramos uno de los automóviles más lujosos que se fabricaron en Italia en ese periodo, el Isotta Fraschini 8 A de 1929. La unidad expuesta tiene una carrocería fabricada por Castagna y fue utilizado en la película “Sunset Boulevard” de 1950 protagonizada por William Holden.

Otras dos espectaculares piezas de este periodo son un preciso Cord L-29 de 1931 y un Mercedes-Benz 500 K de 1936.
Mercedes-Benz 500 K 1936 Cord L-29 1931
En este periodo no solo hubo coches de lujo, el Austin Seven y el Fiat 500 fueron los artifices de que las clases menos pudientes tuvieran acceso a este medio de transporte que en sus inicios solo se podían permitir las personas de elevado poder adquisitivo.

En la segunda guerra mundial hubo un vehículo que destacó por encima de todos y que se convirtió en un icono, el Jeep. La maravillosa puesta en escena de todos los automóviles y objetos que componen esta colección merecen una mención especial.

El Cisitalia 202 de 1948 es una obra maestra con un chasis tubular de acero y una carrocería diseñada por Pininfarina. Otra unidad está expuesta en el museo de arte moderno de Nueva York, donde lo describen como “uno de los seis coches más bonitos del mundo”.

El prototipo Fiat Turbina de 1954 estaba impulsado por una turbina de gas capaz de girar a 22.000 rpm. La potencia era de 300 cv y la velocidad máxima de 250 km/h, unas cifras impresionantes teniendo en cuenta que se construyó en 1954.

Siguiendo nuestro recorrido encontramos coches icónicos de varias nacionalidades, los años 50 y 60 significaron la popularización definitiva de este medio de transporte.
¿Jaguar E-Type de 1969 o Ferrari 365 GT4 2+2 de 1973? El Jaguar más bonito de todos los tiempos contra un motor V12 Ferrari. Si alguna vez tuviéramos que decantarnos por uno de los dos la elección no sería sencilla.
Los coches americanos posteriores a la guerra muestran una enorme diferencia respecto a los europeos. Mientras en Europa triunfaban pequeños coches como el VW Escarabajo o el Fiat 600, al otro lado del charco se fabricaban coches cada vez mayores e impulsados por enormes motores V8, los cromados y los diseños extravagantes estaban a la orden del día.
Una de mis partes favoritas en este museo es la dedicada a los motores, así como también los radiadores de diferentes marcas o los chasis desnudos de los modelos preguerra, pudiendo ver los entresijos de varios coches y apreciar las diferencias de entre los diferentes constructores.
Si alguien no sabe como decorar su casa aquí tenemos algunas ideas bastante originales, si queda bonito o no eso ya va con el gusto de cada uno.
Pero como siempre es mejor dejar lo mejor para el final, la llegada a la zona de los coches de competición causa un gran sorpresa en el visitante, que no puede evitar dejar escapar una exclamación. Un recorrido desde los primeros Fiat de gran premio hasta los Ferrari de F-1 que fueron pilotados por Michael Schumacher. Alfa Romeo, Itala, Bugatti, Maserati de todas las épocas deleitan la vista al visitante mientras como música de fondo escuchamos sus motores, toda una experiencia que nos hace disfrutar más si cabe de estas joyas.
Y por si no fuera suficiente una última parte con la exposición especial dedicada al automóvil y el diseño, con prototipos únicos creados por algunos de los más grandes diseñadores para despedir esta visita. Al llegar a la salida una única pregunta rondaba por nuestras cabezas, ¿cuando podremos volver?
Fotografías: Jose González.